miércoles, 27 de mayo de 2009

Volveré

Cada vez queda menos para mi vuelta, ¿al blog? ¿a Lisboa? ¿volverá el blog lisboeta?... En breve... más noticias...

Un saludo a todos y contad conmigo... 15... 14... 13...

lunes, 23 de junio de 2008

Santo Antonio - El principio del fin

Hola a todos.

Después de un mes sin escribir vuelvo a publicar unas líneas y unas fotos, que comienzan a ser las últimas. Como muchos ya sabéis, el próximo 4 de Julio vuelvo a casa, a Villalba. Han pasado 18 meses desde que llegué aquí, a esta ciudad que tan maravillosamente me ha tratado y llega el turno de partir en breve. Pero este no es aún el artículo de la despedida y espero que aún queden dos o tres más, así que "a lo que estamos tuerta, que se rifa un ojo".

Santo Antonio (13 de Junio) es el patrón de Lisboa y los mayores festejos se celebran la noche del 12 al 13 de Junio, aunque durante toda la semana anterior ya se puede oler el ambiente prefestivo, sobre todo en el Barrio de la Alfama.


Como se puede ver, la decoración de las calles es austera. Guirnaldas de colores chillones cruzan de acera a acera y pueblan las plazas donde la gente se junta a beber y a comer. En cualquier rincón del barrio puedes encontrar una parrilla donde varios vecinos comparten (entre ellos normalmente, aunque a veces también con los visitantes) algunos de los manjares que mencionaremos más tarde.

Entre esta decoración puedes encontrar varias imágenes y altares de Santo Antonio, que resulta ser un Santo casamentero al que se le pide novio o novia (según se prefiera). Dentro de esta tradición celestiniana se encuadra el "Manjerico", una planta que se regala a las novias/mujeres y que sólo puede olerse tocando levemente las hojas con la mano y acercándolas a la nariz si no se quiere que el amor se marchite.

Es una fiesta como las que nos gustan, de esas de vivir en la calle, en cada una de las cuestas y escaleras del barrio, altavoces asomándose por las ventanas, y mesas y sillas improvisadas en una especie de "Restaurantes" más próximos a las txoznas que a una terraza de verdad.

Lo que se come esa noche, pues como se puede ver en la fotografía es cosas a la brasa, sobretodo SARDINAS ASADAS. La sardina es a las fiestas de Lisboa lo que el Toro a los Sanfermines y normalmente es el motivo del Cartel de las fiestas.


Bueno, lo dicho. Que lo que se comen son Sardinas con Pan (en la siguiente foto), Pimientos asados, carne a la brase y Caldo Verde (como no, tenía que haber sopa) todo regado con Cerveza portuguesa o Sangría y a poder ser sin cubiertos (no, la sopa es con cuchara, vale). Eso sí, siempre bajo la estricta mirada de la inspección sanitaria de turno (¿Donde estará o que coño hará esta gente el resto del año?).

El olor que has pillado al lado de la brasa no se te va a ir en toda la noche, pero además cuando te acerques las manos a la cara recordarás que has comido Sardinas y eso aunque te hayas tragado después unos churros (u otras "farturas") de postre (Silvia, tienes que darme las gracias por no subir cierta foto) que también son muy típicos en esta noche.

Después de todo esto, ¿qué se hace? Pues estar en la calle, tomarse unas cervezas, ver como se va llenando poco a poco todo el barrio e intentar encontrar un lugar donde la masa no sea muy agobiante. Y para el que quiere, y un guiri como yo lo tenía que ver, están las "Marchas de Santo Antonio" que se celebran en la Avenida de la Libertad.


¿Y eso que "éh lo qué éh"? (Se preguntara alguno). Pues creo que la mejor forma de definirlo es como un sambódromo pequeñito, montado en plena Avenida principal de Lisboa y donde las Juntas de Freguesía (unidades administrativas equiparables a lo que sería un Barrio en España) de Lisboa danzan y muestran sus coreografías y carrozas a un jurado que se encarga de determinar la Junta ganadora.





La fiesta dura toda la noche y aunque yo no me quede tanto, dicen que cuales Pamplonicas fiesteros, puedes encontrar a mucha gente de las marchas vestidos de fiesta intentado volver a casa cuando el sol ya luce bien alto en Lisboa. Yo me lo creo, pues realmente, nunca vi tanta gente en Lisboa en la calle a las 11 de la noche.



En resumen, una fiesta muy recomendable para quien, coincidiendo en las fechas, visite Lisboa en esta época. Yo he de agradecérselo a mis cicerones particulares (en la foto de arriba) que han hecho de esta, así como de otras muchas noches, que mi estancia en Lisboa vaya a ser inolvidable.

miércoles, 14 de mayo de 2008

La madre de todas las visitas

Se cumplen ya 15 meses y medio de mi llegada a la ciudad del fado y en este tiempo se han ido sucediendo las visitas. Mi novia, mi mujer (que son la misma salvo por el cambio en el estado civil), mi familia, los amigos, gente de paso, gente que se queda en casa, gente que se queda en hoteles… pero hace dos semanas recibí la que llamé "La madre de todas las visitas". Y es que aunque a última hora se cayeron nuestro amigos alemanes (un saludo para Andreas y Britta) y una pareja hispano-italiana o italo-española (según se vea), aún a pesar de esas ausencias, llegamos 13 personas a compartir mesa y mantel.

Llego en miércoles el grupo proveniente de Italia, y nos fuimos a cenar al Barrio Alto, opuesto al Castillo de São Jorge como se puede ver en la imagen.


Y en jueves, día internacional del trabajo (com una manifestación-rave incluida en el paseo turístico), llegó el grupo de España, que aprovechó la tarde para ver, empezando desee la Plaza del Marqués de Pombal (gracias por la foto Cristina),

parte de la Baixa lisboeta (Praça do Comerço y Cámara Municipal), el Barrio Alto y conocer un espactáculo que yo tampoco había visto, el cambio de guardia y desizamiento (?se dice así?) de la Bandera que podemos apreciar en el siguiente vídeo.


El viernes dos de mayo se fueron todos a Sintra y yo me quedé trabajando, porque oye, los portugueses no celebran el alzamiento del dos de mayo contra los franceses. Y es que tras leer algo sobre dicho episódio nacional (desde aquí recomiendo la NO LECTURA del libro-listado de fallecidos de Arturo Pérez Reverte) pues uno se imagina a los portugueses celebrando la victoria francesa más que outra cosa (?Sabíais que el Rey Español, que tomaba baños en Biarritz y dejaba a los ejércitos encerrados en los cuarteles mientras el pueblo raso se batía en armas, o lo que tuviese a mano, contra los franceses, fue quien permitió la entrada de tropas francesas en España com el objetivo de permitir la invasión de Portugal?). Después de esta chapa histórica no puedo sino mostrar el Obelisco de la Plaza de Restauradores que conmemora la Victoria de Portugal sobre España en la Guerra de la Restauración portuguesa allá por 1668.



Y el sábado tocó ver aquello que hay que ver en Lisboa. ?Y qué es lo que uno no se puede perder en Lisboa? Pues en mi modesta opinión tienes que tomar el tranvía, al que toca esperar haciendo cola…


bajarse en la Catedral de Sé para hacer esa fotografía conmemorativa de la visita a Portugal,

subir al Castillo de San Jorge deteniéndose en varios de los miradores que pueblan el camino, y contemplar la vista. ?Que cuanto tiempo se tarda? Pues depende, una mañana o 15 meses, porque yo, cada vez que subo descubro nuevos rincones o detalles...


Pero nosotros casi no teníamos tiempo y entonces tuvimos que acabar de ver aquello que uno no puede dejar sin ver en Lisboa. Con lo que cogimos otro tranvía, este ya era mas moderno, y nos fuimos admirando el paisaje...

hasta el Monasterio de los Jerónimos,


el Monumento a los descubridores

y la Torre de Belén (desde otra perspectiva).


Esto es el ABC de Lisboa. No podrás decir que has estado en Lisboa si no has visto todo esto, y aunque com este trayecto, te quedarían cosas por conocer, no podrán decirte que tu visita Lisboeta ha sido desaprovechada. Así que con el deber cumplido puedes volver a las colinas de Alfama, coger asiento com una cerveza en la mano

y ver como el Sol cae, poniéndose lentamente tras aquella pendiente donde resalta la Basílica de Estrela, el Mirador del Príncipe y las altas torres de Amoreiras, testigos del final de un día, cansado pero completo, que se puede completar cenando un pescadito en "las docas" y tomándose una copa en estos muelles situados al lado del río.


La madre de todas las visitas se acabó el domingo, ellas se fueron primero, ellos visitaron Fátima y el milagro se lo encontró el Madrid, remontando con dos goles lo que era la salvación rojilla y que nos deja aún pendientes de un partido en Santander, (ah Santander, cuantos recuerdos). A por ellos, OÉ.