jueves, 24 de enero de 2008

Nunca es tarde...

Hola a todos y, aunque ya ha pasado casi un mes entero, FELIZ AÑO.

La verdad es que me ha sorpendido la cantidad de gente que me ha preguntado por el blog y que habían pensado que me había pasado algo. Pues no, estoy vivo, bien y sigo aquí en Lisboa. En lo que puede ser el comienzo del fin de mi estancia en la capital lusitana. Y es que con la tonteria ya han pasado dos tercios de mi teórica vida lisboeta. No me preguntéis por mi futuro porque hoy por hoy, no se absolutamente nada. Y los que tengáis interés en visitar esta bella ciudad... aprovechad, que esto se acaba.

Supongo que a estas alturas del año, en las que están a punto de acabarse las rebajas y ya casi es primavera en el Corte Inglés, hablar de la navidad no tiene mucho sentido. Lo siento. Para quien no lo sepa nos pegamos unas vacaciones viajeras. Madrid, Salamanca, Cuenca y Pamplona han sido los destinos y en ellos pues lo típico, la familia... grandes comilonas, los regalos... más comilonas, los amigos...más comilonas, Papá Noel... alguna cenorra.... Vamos, que han sido una navidades muy gastronómicas. Como deben ser.

Así que os dejo un par de fotos, que son más de dos, donde se resume un poco todo esto. Empezamos con una de la cena de ex-compañeros, a ver si consigo que se escriban un comentario al ver la foto. Por cierto para ver la foto en grande hacéis click encima de ella y luego podéis hacer click en el botón derecho y bajarla para quedaros con una copia (aunque todo hay que decirlo, la foto no ha quedado muy bien enfocada).



La segunda instantánea es el arbol de Navidad de casa de mi suegra cargado de regalos. Y es que Papá Nöel (es Salamanca) ayudado por Olentzero (que yo soy de Pamplona) dejaron el arbol lleno, se papearon todo lo que había, pidieron tostón en vez de turrón y vino en vez de leche (¿donde se ha visto a Olentzero beber leche?).



El montaje de 4 fotos es de Cuenca, lugar que nos cobijó en la despedida del año y que habrá que visitar con un clima un poco más favorable. Espectaculares sus vistas desde lo alto del casco antiguo, el puente que cruza hasta el parador o la casa colgada (prometo que yo soy incapaz de cenar en los balcones de dicho restaurante). Como véis, salimos forrados de ropa a cenar y compartimos la bufanda y todo. Muy recomendable es también la excursión a la ciudad encantada, donde la erosión provocada por el viento deja rocas de formas imposibles.



Y sólo un collage más. Y este va dedicado para mis lectores portugueses que del día de reyes se quedan sólo con el roscón. Por cierto, ¿sabíais que aquí las rebajas empiezan el 26 de diciembre? En las fotos están los tres reyes magos de oriente que visitaron en Pamplona la residencia donde está mi abuela; y también están mis sobrinos preparados para participar como pajes de sus majestades en la cabalgata de Sevilla (por definirlo de alguna forma, es una especie de desfile-procesión donde los reyes magos, que ya no van en camellos sino en carrozas tiradas por camiones de muchos de caballos, se bañan en multitudes).




Bueno, y con esto me despido hasta el próximo artículo, que espero que sea más pronto que tarde. Para el que haya considerado que el tema de la navidad llega un poco tarde diré que la otra posibilidad que se me pasó por la cabeza fue explicar lo que yo creo y opino sobre los economistas y los ingenieros-cuantico-financieros cuando veo el crash bursátil y la situación político-económica del mundo. Así que por vuestro bien (y por el mío) decidí quedarme con la celebración religiosa del solsticio de invierno. Pero quien sabe, quizás en el próximo...

Saludos para todos y anda, poneos unos comentarios (hay que hacer click en el botón que dice "Comentarios").